Fiestas

Letanias – Fiesta en honor a Nuestra Señora del Rasedo

Se celebran coincidiendo con la festividad de la Ascensión. El preámbulo a estas fiestas es la bajada de la virgen en procesión desde su ermita hasta la parroquia donde se celebrará una novena en su honor y durante la cual los niños del pueblo recibirán la primera comunión ante la presencia de su patrona. Destacar que el horario de esta novena es a las 10 de la noche, sin embargo el cariño y la devoción que las gentes de este pueblo profesan a esta virgen consigue que la asistencia sea masiva. 

El acto principal se celebra el viernes de la romería con el tradicional desfile de carrozas que abren la procesión para trasladar de nuevo a la Virgen del Rasedo a su ermita. En lo alto del Cerro se celebra mis a de campaña concelebrada por los numerosos sacerdotes que se han ocupado de la novena y se baila a la Virgen (una bella figura de alabastro del siglo XVI) una típica jota ceviqueña, cuyo aprendizaje pasa de padres a hijos. 

El tercer día. La Ascensión se celebra misa solemne en la parroquia. Durante los tres días se organizan actos festivos por el pueblo con la colaboración y participación de las peñas y otras asociaciones locales. 

San Martín de Tours – 11 de Noviembre

San Martín de Tours santo titular de la parroquia es el patrón de los ceviqueños, se celebra los días 11 y 12 de noviembre. Habiendo sido la fiesta mayor de la localidad, actualmente su celebración se reduce a la solemne misa con procesión que se celebra en honor al Santo y a algunos actos festivos repartidos durante los dos días. 

Semana Santa

La Semana Santa se caracteriza por la celebración de sus actos religiosos y más en especial por sus procesiones. 
La primera es la del Domingo de Ramos, su recorrido transcurre desde la Iglesia de Santa Ana donde se bendicen los ramos hasta la parroquia. La procesión del Viernes Santo es un acto de recogimiento y respetuoso silencio que la gente profesa durante todo el recorrido a las imágenes que procesionan, en primer lugar la Cruz parroquial s. XVIII, seguida de San Juan, Jesús de Nazareno, Jesús Crucificado, Cristo yacente en su urna de cristal, la Cruz con el sudario y la conmovedora imagen de Nuestra Madre Dolorosa acompañada de señoras que lucen la típica mantilla negra en señal de luto y dolor. 

La procesión del encuentro celebrada el Domingo de Pascua da por finalizada la Semana Santa. 

Corpus Cristhi y los Danzantes

Fiesta de gran tradición donde el sentir religioso va unido a la antiquísima tradición de la danza. Este día de fiesta grande para la iglesia es costumbre que el sacerdote portando la custodia y bajo el palio recorra las calles del pueblo donde se han colocado numerosos altares adornados con flores en honor al Santísimo, es acompañado por los danzantes que al son de la dulzaina y el redoble danzan en todo el recorrido y en especial en cada altar donde el sacerdote pasa la custodia para hacer sus rezos al Santísimo y también suben bailando las 96 escaleras de San Martín. 

Los danzantes son un grupo de personas que siguen los pasos de una antiquísima costumbre que va vinculada a la festividad del Corpus Cristhi se distinguen entre ellos porque visten trajes diferentes según el papel que desempeñen: El birria es el que dirige la danza, lleva traje muy colorido confeccionado en paño con tiras a colores formando espigas, consta de pantalón hasta la pantorrilla y casaca con capucha, las medias son cada una de un color y zapatillas blancas. Porta en la mano una vara con una piel de cordero colgando de la parte superior. El mozo de banda lleva pañuelo anudado en la cabeza, camisa blanca con banda roja cruzada y pantalón negro por debajo de la rodilla, medias blancas y zapatillas con cintas. El danzante luce corona de flores a la cabeza, chamba blanca cruzada con una banda roja, en la espalda una cinta de color formando una H, pololos y enaguas adornadas con encajes, encima otra enagua de color, en raso o seda y sobre ella otra de tul o transparente. Media blanca calada y zapatillas blancas. 

Lo más destacado de su recorrido es observar como suben por la escalinata de piedra que les conduce a la parroquia.